Pese a pronósticos de algunas lluvias, los organizadores de la alcaldía capitalina y la Iglesia Católica iniciaron los trabajos de confección de las alfombras de aserrín multicolor para que este Viernes Santo esté todo listo para la gran procesión del Santo Entierro.

De esta manera, Tegucigalpa se prepara para recibir a turistas y locales, en un evento que combina la devoción religiosa, el arte y la colaboración comunitaria en la confección de las famosas alfombras.

Bajo la coordinación de la municipalidad y con la contribución del artista Elder Rissieri, los grandes tapetes son un testimonio del esfuerzo conjunto de cientos de personas que trabajan arduamente para crear una experiencia visual y espiritualmente extraordinaria.

“Desde la logística y dirección de la alcaldía municipal, que se encarga de la parte logística a través de la Secretaría de Turismo, el proyecto requiere de una planificación minuciosa y la participación activa de la comunidad”, destacó Rissieri.

El proceso de creación de los tapetes abarca varias etapas y comienza meses antes, luego comienza desde el teñido del aserrín hasta el diseño y confección de los moldes.

La devoción católica y el arte se unen en la jornada ecuménica que resalta la colaboración de distintos sectores de la capital hondureña.

LA VIDA DE CRISTO

Uno de estos procesos es el teñido del aserrín, que implica mucho trabajo manual y se utilizan alrededor de 1.200 bolsas que se tiñen de diferentes colores. Paralelamente, otro grupo se encarga del diseño y producción de los moldes de cartón, proceso que requiere tiempo y dedicación, explicó.

Las alfombras este año medirán aproximadamente 500 metros y estarán ubicadas en la Avenida “Cristóbal Colón”, debido a los trabajos que realiza la alcaldía en la Avenida “Cervantes”.

El tema principal es la vida de Cristo, para lo cual se toman diferentes versículos bíblicos y se da el mensaje de fe y esperanza, plasmado en hermosas imágenes que mostrarán una gama de alrededor de 14 colores, así como espectaculares flores naturales.

Rissieri destacó que este año el proyecto presenta una novedad y es la exposición de esculturas de papel maché representativas de la Semana Santa, que incluyen figuras como Jesucristo en la cruz, la Virgen Dolorosa y Moisés y un Cristo que mide tres metros de alto en alusión a el episodio de la multiplicación de los peces.

“Es un atractivo nuevo que no habíamos tenido en años anteriores”, destacó el artista, para señalar que se trata de una gran obra de arte con la que la población también podrá tomarse sus fotografías o selfies.