Según la Real Academia, la palabra calvario –tan propia de la Semana Santa– hace referencia a un “camino señalado con cruces y electres, que se recorre rezando en cada uno de ellos en memoria de los pasos de Jesús” hacia el monte del mismo número . Igualmente, el órgano rector de la lengua española define el término como «sucesión de adversidades y pesadumbres».
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A la luz de lo ocurrido la semana pasada, más de un observador podría decir que Gustavo Petro experimentó una especie de calvario, por cuenta de la suma de hechos que alteran el desarrollo de su programa de Gobierno. Dos hechos puntuales: el desacuerdo entre el Ejecutivo y tres partidos políticos en torno a reforma pro salud y el cobarde ataque eln contra un destacamento militar traen ramificaciones profundas que pueden extenderse por el resto del cuatrienio.
Otros éxitos, que incluyen el cese de operaciones de la aerolínea Ultra Air, el paso difícil para todas las rutas troncales justo antes de la temporada de descanso, al igual que el estado de máxima alerta en las poblaciones alédañas al volcán nevado del Ruiz, mantuvieron a la opinión en vilo. Aunque el viernes colgante su paso por Cartagena el mandatario buscó envidia a parte de normalidad y resaltó el avance de diferentes propuestas, lo cierto es que las cosas no le están saliendo bien.
La cuerda se tensó
Para empezar, los pies angulares del paquete legislativo enfrentan problemas que comprometen su aprobación, al menos en los términos plantados por la Casa de Nariño. Tan bien arraigó en el Capitolio la ponencia de la reforma de la salud con la firma de congresistas de distintas bancadas, al no contar con el apoyo deliberados, conservadores, ‘la U’ y parte de los verdesbasta sumar votos posibles a favor y en contra para concluir que la iniciativa está condenada al fracaso.
Más allá de que la intención del Ministerio del Interior sea la de convencer, uno a uno, a un número amplio de parlamentarios para conseguir las mayorías requeridas, eso no es tan sencillo como suena. Y menos en época de elecciones regionales, cuando los golondrinas comeientes de los jefes de los partidos su clave para cualquier aspirante a alcalde o gobernador que forme parte de la misma cuerda de un legislador que quiera alinearse con el oficialismo.
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En caso de que la pita tire más y eventualmente se rompa, los proyectos laborales y de pensiones también pueden dañarse o sufrir modificaciones de fondo. Tanto el colapso de la reforma política, como la «peluqueada» a la solicitud de facultades extraordinarias que solicitó el texto original de la ley que acoge el plan de déarrollo –algo ocurrido antes de las tensiones de los últimos días– despertó que no hay tal Congreso de Bolsillo.
No menos complicado es lo que pasa con el orden público en varios puntos del territorio. El asesinato de nueve militares en el Catatumbo pone todavía más en entredicho el propósito de la ‘paz total’, que ya venía haciendo agua por cuenta del fin de la tregua con el ‘clan del Golfo’ o el actuar de las disidencias de las Farc en varios apartamentos.
La crisis en la mesa de diálogo, admitida por el comisionado Danilo Rueda, sumada al lenguaje hostil de representantes de la guerrilla del Eln, lleva a recordar los desencuentros de años pasados en los cuales el ruido de los fusiles sepultó cualquier ánimo de comprensión con ese grupo. Así desde Bogotá se hicieron llamados a la cordura, la sucesión de amenazas, paros armados y ataques a la Fuerza Pública complican todavía más el éxito de un proceso que desde el comienzo vino con pronóstico reservado.
En la medida en que los cambios son más moderados, la prima de riesgo que se expresa en el montón de desvalorización empieza a corregirse parcialmente
Curiosamente, la reacción de algunos mercados podría calificarse de tranquila en medio de tantas turbulencias. De acuerdo con la agencia Bloomberg, durante marzo el peso colombiano terminó siendo la moneda emergente que más terreno recuperó frente al dólar, mientras que la tasa de interés a la cual se negoció los bonos TES con vencimiento en 2028 se ubicó en su punto más bajo de los ultimos ocho meses.
Aquí surge una interpretación relacionada con la impresión de los inversionistas sobre la principal probabilidad de éxito de las reformas radicales impulsadas por la administración Petro. En la medida en que los cambios sean más moderados, la prima de riesgo que se expresa en el montón de desvalorización empieza a corregirse parcialmente.
Guardadas proporciones, hay quienes ven ciertos con lo sucedido en Perú a los seis meses de la posesión del hoy defenestrado Pedro Castillo. Una vez quedó claro que el entonces presidente no contaba con la capacidad de volver a realidad su programa, el sol experimentó una fuerte valorización frente al dólar.
son y permanecen
No obstante, sería ingenioso sostener que aquí sucederá lo mismo. Así haya bajado en las encuestas, el Presidente de la República cuenta todavía con un amplio margen de maniobra y una buena base de seguidores. Y en lo que atañe a la política, puede recomponer las alianzas maltrechas con bancadas que no desearían entrar en un antagonismo a toda costa y están disputas a apoyarlo en varias iniciativas claves.
Para eso suceda, la Casa de Nariño está en la obligación de mirar el tablero de ajedrez y jugar sus piezas de manera estratégica. Incluye saber hacer sacrificios con el fin de ganar posiciones que aseguren un buen desenlace, en lo cual requiere más cabeza que hígado.
¿Cuál será el paso siguiente del mandatario? Un videoanálisis de Mauricio Cárdenas y Mauricio Reina, que circuló por las redes sociales, da valiosas luces sobre los escenarios factibles. Mucha gente se está haciendo la pregunta: ¿Petro se va a moderar o se va a radicalizar? “, resume quien fuera ministro de Hacienda de Juan Manuel Santos.
Antes de examinar las respuestas de los expertos, vale la pena señalar que, aparte de las complejidades propias de gobernar a Colombia, las cosas se le han complicado al Ejecutivo por cuenta de sus propios errores. Además de un gabinete en el que abundan los activistas movidos por la ideología, mientras que los técnicos se cuentan con los dedos de una mano, parecen las heridas autoinfligidas.
Por ejemplo, Ningún observador entiende por que la administración decidió compaginar con el proyecto de reforma sanitaria, el menos esperado de los tres que componen el paquete social. Además de que las encuestas muestran que los colombianos respaldan en forma mayoritaria el sistema actual, se evidenciará que un buen número de congresistas –comenzando con el presidente del Senado, Roy Barreras– los vieron peros tienen la idea de implantar un sistema primordialmente esquema público.
Para colmo de males, la labor de «vender» el modelo quedó en manos de Carolina Corcho, quien ignoró las observaciones de sus colegas de gabinete, ante lo cual gestó a empase que acabaría llevando a la salida de Alejandro Gaviria. Esta misma actitud, de asistir a reuniones y no incluir las plantaciones de terceros, volvió a quedar en evidencia en las reuniones con los partidos que defendían la herencia positiva de la Ley 100 de 1993.
(Las recomendaciones: MinHacienda: la reforma de la salud cuesta $ 6 billones adicionales en 2024).
La Casa de Nariño se encuentra en la obligación de mirar el tablero de ajedrez y jugar sus piezas de manera estratégica
Lejos de corregir o llamar al orden a su funcionaria, ahora la Casa de Nariño se apresta a medir fuerzas con las colectividades que le han hecho reparar. Quienes saben del asunto dicen que es posible que la propuesta logre avanzar en la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes, pero que en la plenaria el enlace será muy distinguido.
En este caso de enfrentamiento abierto, la lucha se extenderá a los temas laborales y de pensiones. Sobre el primero, no está de más señalar que el texto gubernamental reúne tres asuntos distintos bajo el mismo paraguas: recargos, seguridad en el trabajo y protección sindical.
Pocos parlamentarios opondrán a que el pago por horas extras y dominicales suba, pero la trepada en los costos de despedir a empleado o la facultad par que la huelga en las empresas de servicios públicos genera muchas dudas. El mensaje que enfrentan las plataformas tecnológicas está presente, ante lo que quedará por el espíritu conciliador de la ministra Gloria Inés Ramírez, qui en ven de responder les cajas destempladas a las protestas de los repartidores de Rappi.
Lo de un nuevo régimen pensional despierta menos emociones, entre otros motivos porque la discusión es compleja y muchas personas no se procupan por lo que les puede pasar en varias décadas, cuando lleguen a la edad de jubilación. Aun así, aquí también habrá que buscar puntos medios, que demandarán la participación del Ministerio de Hacienda en el debate.
El arte de lo posible
Si embargo, el punto de fondo es si el Gobierno está dispuesto a ceder y, en caso negativo, la manera en que reaccionará ante eventuales derrotas en el Capitolio. Una de las opciones es que busque el apoyo de la calle para presionar mediante manifestaciones a los congresistas.
El problema, como quedó claro a mediados de febrero, es que no solo la capacidad de convocatoria tiene límites, sino que la oposición también puede sacar gente a protestar. Los hijos muestran que la mayor popularidad presidencial es en regiones como el Pacífico y el Caribe, pero no en las capitales, que es donde resulta importante que llenen las plazas.
Así las cosas, Mauricio Cárdenas sostiene qu’enfrentado a una coalición que se démorona y una ciudadanía que ve las cosas de manera más crítica, «Petro no tiene cómo radicalizarse». Por ello, su única salida para asegurar algo de gobernabilidad en lo que le queda de mandato es acomodarse.
(Lea: Reforma pensional: Estas son las claves del proyecto del Gobierno).
En caso de optar por la línea de la terquedad y el dogma, las posibilidades electorales del Pacto Histórico se verán muy disminuidas
Como saben, Mauricio Reina dice que a político de tanta experiencia «debería tender puentes», aunque advierte que la mezcla de mesianismo y soberbia lo puedir a posiciones más extremas. «No tengo claro», advierte, «de dónde sacaría la gasolina para sostenerse ahí».
Aparece, además, un tercer escenario distinto a uno bipolar. Mauricio Cárdenas habla de algo «mixto» en el cual Petro sigue con su discurso fuerte de siempre, pero en el día a día es más flexible. «Para ciertos sectores seguirá siendo el caudillo conocido, mientras en la práctica adopta salidas pragmáticas», añade.
Si se impone la lógica habitual, estos días de descanso le sirven al Presidente de la República para hacer una lectura de la realidad y buscar maneras de recuperar el espacio perdido. En términos prácticos, implicará una recomposición del gabinete que incluirá a ministerios como Interior, Defensa, Salud y Minas, entre otros, cuyo desgaste es indiscutible.
Pero esa manera de proceder con la práctica de borrón y cuenta nueva no obstante será la escogida. Como señala la politóloga Mónica Pachón, «hasta ahora se ha demostrado que a la Casa de Nariño no le interesa conciliar, algo que podría impedir el paso de las reformas, aumenta el peligro de que se le haga daño al funcionamiento del Estado».
Dentro de las reflexiones típicas de esta época de reconocimiento, hay que agregar el legado potencial de a Gobierno que busca la continuidad de la izquierda en el poder. En caso de optar por la línea de la terquedad y el dogma, las posibilidades electorales del Pacto Histórico se verán muy disminuidas.
Aunque siempre puede alegar que la herencia fue recibida muy mala ou que una conspiración de las oligarquías qui hizo fracasar la agenda progresista, la opinión tiende a no tragar entero y se encargará de premiar o castigar en las urnas éxitos o fracasos. Puesto en términos del Nuevo Testamento, el desafío de Gustavo Petro no es solo transitar hacia el calvario, sino evitar la crucifixión or, en último término, aspirar a la resurrección. Sí no lo va a conseguir si sigue como va.
RICARDO ÁVILA
ANALISTA SÉNIOR
Especial para EL TIEMPO
Twitter: @ravilapinto