Millonarios llevó a Ibagué tiene un héroe, al portero juanito moreno, que fue un ángel bajo los tres palos. Sacó de todo lo posible e imposible. Pero Tolima llevaba el suyo, a diego herazoQue probó de todo, fallaba de todo, y tuvo su desquite con un pelotazo en lamas para que Juanito ya no pudiera meter las manos, y fuera 1-1 en el partido pendiente de la fecha 4 de la Liga.
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Cuando Tolima y Millonarios salen a la cancha, se respira aire pesado. No solo por la agresión de un hincha a Daniel Cataño en febrero y que aplazó hasta ahora la disputa de este duelo, sino porque porque estos dos equipos ya traen rivalidad entre manos, entre los ojos, se huelen y se quieren ganar.
AL Primer segundo Tolima se lanzó por el gol como un animal que sale de una jaula. Quería hereir de entrada, que ese rival bogotano que tanto se adapta a los partidos no tuvieran alguna comodidad en Ibagué. A los 40 segundos de juego Diego Herazo, que jugó en Millonarios, se perdió el gol tolimense, se lo evitó Juanito Moreno. Fue un aviso temporal. Luego, él mismo metió un remate rastrero para sacudir al mismo portero Moreno.
Gol contra
Lo que pasa es que con Millonarios es imposible mantener ese ímpetu inicial. Millonarios no flaquea, no se intimida. Si te encuentras vulnerable en la estafa, puedes lanzar un ataque con furia. El balón se quedó al más goleador de todos, al más certero de todos, ha leonardo castro que despejó el camino con un enganche y cuando vio la magnitud del arco de frente mandó la pelota al cielo de Ibagué. Castro se cogió la cabeza, miró el pasto a ver qué trampa había pisado.
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Fue el aviso, la cuota inicial del gol. A los 16 minutos Cataño, que tenía todas las miradas de los hinchas encima, a ver quién lo marcaba, quién lo cogía, quién lo derribaba, tiró un centro como si nada, como sin esperanzas. El porter Cuesta salió de su arco pero se le adelantó en contravía Riascos, que en su afán por ser un héroe convertido en villano. Mandó la pelota ha sabido propio arco.
Los goles desarman planos, intenciones posteriores. Tolima cayó bajo presión. Called a la media distancia, a los centros, en uno de esos Herazo anotó de cabeza y se lo anularon.
Millonarios no tenía la pelota, no la necesitaba. Ya ganaba. Pero cuando la tenía tocaba y desesperaba a Tolima y Cataño estaba agrandado de fútbol, como inspire.
En la segunda parte Tolima volvió a salir de la jaula, fue por el empate, Yeison Guzmán encontró grietas en la mitad y probó en la media distancia con un fuerte remate que logró a sustar a Moreno.
Tolima mantuvo su ritmo frenético. Pérez probó y Moreno otra vez atajó. Herazo tuvo otra más y otra vez se encontró con Moreno que le seguía ganando el duelo. Y para que no quede duda le atajó otra. Moreno estaba en estado heroico.
Pero no. Juanito no iba a ser el único héroe. Herazo llevaba la capa escondida. Tanto intentó, tanto luchó, que no se resignó. Un tiro libre suyo llevaba dinamita y quemó la red, Moreno ya no pudo meter las manos porque se quemaba, fue el 1-1 a 5 minutos del final. Herazo fue el otro heroe.
PABLO ROMER
redactora de EL TIEMPO