En su mejor momento como futbolista, alexis duarte Era una estrella, el jugador con la ficha de mayor valor y el mejor pagado cuando formaba parte de aquel dream team de Maratón.
Con su clase dribló a todo rival que se le presentó, sin embargo dos monstruos llamados alcoholismo y drogadicción arruinaron su prometedora carrera, lo tiraron todo por la borda y de sus mágicas noches en la cancha pasó a sus pesadillas en la calle.
En muchas ocasiones ha intentado driblarlos, pero esos dos vicios le han derribado, “me han hecho tocar fondo, pero me voy a levantar, no quiero morir en estas condiciones, pero Necesito ayuda de quienes me aman, de mis familiares”. Y de parte de mis amigos, por favor no me lo nieguen, quiero salir de esto”.
Iba conduciendo por la carretera CA-13 cerca de San Juan Pueblo, Atlántida, cuando miré la imagen de un hombre caminando, llevaba un bolso al hombro derecha y sostenía otro en su mano izquierda. Se trataba de Duarte, quien vestido con una camiseta verde sudada y un pantalón corto marrón, se dirigía a un centro de rehabilitación de este municipio en su intento de recuperarse, de escapar de esos dos males que lo han atrapado y sacudido como querían. .
Con pocas consecuencias por todos los daños que le han causado el alcohol y las drogas, pero esta vez parece más lúcido, con buena memoria y coordinación de ideas, aunque emocionalmente frágil.
HISTORIA DE SU VIDA: “ESTOY VIVO DE UN MILAGRO”
El “Sabueso”, como lo apodaban cuando era futbolista, inicia la conversación confesando: “Hace nueve meses que no pruebo ese maldito vicio, esta vez tengo la convicción, la fe y la esperanza de que cambiaré”. mi vida, la necesito para mí”. ”.
En un momento emotivo en el que las lágrimas corren por sus mejillas, le lanzo un breve mensaje. ¿Qué te ha hecho querer cambiar? Sin dudarlo, ella responde: “El amor por mis cinco hijos, no los veo, pero los amo, siempre pienso. en ellos. Uno de ellos, katherynVive en Sabá, se casó allí, pero cuando va a Tela pasa a saludarme. “Dos de mis hijos viven en Estados Unidos, uno de ellos presentó papeles y el otro nació allí”.
Luego relata: “Vengo de una situación difícil, una mujer de la calle en el Barrio Inglés de La Ceiba casi me mata, vi la muerte. Al fin y al cabo una negra me tiró dos turuncas que si me hubiera pegado no estaría contando esta historia. Estoy milagrosamente vivo. “No quiero morir así.”
El ex volante ofensivo exhibió su clase en equipos como Real España, Petrotela, Platense, Marathón, Vida, Deportes Savio y Real Maya. También vestía la camiseta del selección nacional. Está convencido de que esta vez la luz al final del túnel está cerca.
SU PASADO, PRESENTE Y FUTURO
Cuando le hablas de su pasado le brillan los ojos, su presente es una lucha, una batalla, y mentalmente imagina su futuro en sobriedad.
“Quiero decirle a la gente que he dejado de beber, estoy persistiendo, Dios tiene el poder y ayuda a la gente a cambiar pero si no quieres cambiar no estás haciendo nada. Tenemos que dejar todo lo malo en nuestras vidas. “Soy consciente de que uno tiene que poner de su parte para dejar de consumir drogas y beber”, afirma.
Luego precisa: “la bebida y las drogas son los pecados que más se ven, pero hay muchos que no han bebido ni consumido drogas, sin embargo tienen otros pecados peores como robar, mentir y hacer trampa”.
Él está haciendo su parte y se ve fuerte espiritualmente, tiene plena confianza en que Dios será su escalera al cielo. “No quiero morir como he vivido. Estoy seguro que Dios me brindará su ayuda, siempre espera con los brazos abiertos a quienes lo necesitamos y pedimos ayuda”.
Mientras recibe tratamiento, el exfutbolista trabaja con algunos vendedores de frutas, verduras y pescado. No tiene un salario fijo, le pagan lo que les dice el corazón.
Alexis, ¿crees que esta vez ganarás este partido?
“Ya estoy ganando, 40 a 0. Me siento mejor, estoy bien recuperado. Aquí nos despiertan a las cuatro de la mañana, nos avisan a las cinco de la mañana. Luego a las 10 de la mañana y a las 2 de la tarde. A las 6 de la tarde el centro se convierte en iglesia para que pueda venir gente de fuera o familiares de los que estamos aquí internamente”.
En el Mediador de un centro Nuevo Pacto para pacientes alcohólicos y drogadictos, el teleneño se refugia para recuperar su vida normal. “Vine solo a buscar ayuda aquí, después de lo que me pasó en La Ceiba sentí que mi fin estaba cerca, sentí que había tocado fondo. Ya no consumía cervezas, para mí no eran nada, solo consumía guaro”.
Relató que una vez amaneció en una calle de Tela y lo primero que vio fue a su hermano mayor Leonel quien meneó la cabeza desaprobando su situación. “Recuerdo que mi hermano me dijo: Joder Alexis, cómo has estado, tu lugar es en casa, ahí tienes tu cuarto para dormir pero no tienes por qué estar bebiendo. Simplemente bajé la cabeza, pero no le dije nada a mi hermano porque en realidad tenía toda la razón”.
Acepta que fue destruido, “muchas veces uno cree que la familia le va a ayudar a salir de esta situación pero son los que más usa el diablo para atacar a uno”.
“No quiero que mis memorias que hice cuando voy a morir se publiquen en un informe, así que tengo el libre albedrío de saber elegir si entro por la puerta estrecha o por la puerta estrecha. “Quiero entrar por el camino angosto que es hacia la salvación”.
¿Cómo caíste en el alcoholismo y las drogas?
“En realidad, por el tipo de persona con la que interactué y que supuestamente dije que eran mis amigos”.
Luego reflexiona: “No me interesaba el dinero porque lo ganaba haciendo algo que me gusta, como jugar fútbol. El tonto Alexis de antes no miró eso ni entendió eso. Cuando terminé un partido en San Pedro Sula me fui a Tela, los que supuestamente eran mis amigos me esperaban en el restaurante Tío Jaime. Eran excursiones que venían del barrio de Sitraterco porque sabían que yo tenía que llegar allí, entonces comencé a beber y a regalar. Salimos de allí hasta otro día por la mañana. Gasté prácticamente todo el dinero en bebidas. Al principio sólo consumía alcohol, casi cocaína, pero luego cuando había tomado 12 o 15 cervezas Lo probé en mi cabeza”.
Tiene un poderoso mensaje para los niños: “Quiero decirles que busquen a Dios, que no usen drogas. Lo siento mil veces por haber empezado a beber. y finalmente hasta las drogas”.
No niega que para él todos estos últimos años han sido de sufrimiento, “regresé a Tela y estuve un año sin saber el día y la hora que estuvimos allí. Sólo me interesaba saber si amaneció con un litro a la par que yo. “Todos los clubes de Tela hicieron un carnaval conmigo”.
Agradece a los verduleros sanjuaninos que le han echado una mano. “Aquí voy de vendedor de verduras en vendedor de verduras, En ese aspecto no tengo ningún problema, soy muy conocido. Mi humildad me ha ayudado, cuando era futbolista era así, nunca cambié, ni siquiera cuando era famoso. Siempre fui consciente de que la vida da vueltas y no sabes cuándo vas a necesitar a esas personas”.
Aprovechó para pedir ayuda a sus amigos y a sus excompañeros y a la Selección. “Me gustaría que colaboraran con este centro que me está ayudando a rehabilitarme, aquí no hay ayuda del gobierno con comida. Necesito apoyo financiero y nutricional, Dónanos arroz, frijoles, maíz y espaguetis. Sólo el 30 por ciento de nosotros aquí pagamos la cuota mensual. Siento que aquí estoy en el lugar correcto, solo tengo que poner un uno por ciento de mi voluntad para poder salir de esto”.
Luego fue concreto al pedir ayuda a excompañeros como Amado Guevara y Carlos Pavón. “Si me responden esa ayuda será para todos los que estamos aquí porque así soy yo, si no ayudo a alguien más no soy feliz. “Nos llevábamos bien con Amado, teníamos la misma personalidad en la cancha”.
Entra en reflexión comentando que “estoy aferrado a Dios, Él no me suelta, él es quien se suelta”. Lamenta que su condición actual no le permite ni siquiera comprarse un celular. “Aquí en el centro ya me permiten tener celular, pero no puedo comprarlo. Si alguien quiere ayudarme en lo que quiera ¿Puedes llamarme al número? número de teléfono del centro que es 9889-6676”.
¿Qué es lo que más recuerdas de tu carrera como jugador?, “lo que más recuerdo es la vez que le marqué un gol al Olimpia jugando con Platense en aquella final de Copa que jugamos en San Pedro Sula. Fuimos campeones, les ganamos 2-1”. “Recuerdo también el gol que le marqué al portero uruguayo Robert Dante Siboldi en México en el Tecnológico de Monterrey”, añade.
A pesar de haber destacado, no está del todo satisfecho con la carrera que tuvo. “Como jugador debes tener ayuda mental para saber dirigirte. Si empiezas a ganar dinero y mentalmente no estás bien entonces descuidas el fútbol”.
Recordó que Su destino era el fútbol mexicano, pero en el último momento la transferencia fracasó. “Me iba al Santos de México, Dolmo Flores y Juan Flores me dejaron las puertas abiertas, pero cuando regresó el técnico Luis Valle, Platense ya había vendido mi contrato a Marathón”.
Con nostalgia recuerda que tuvo grandes compañeros como Juan Manuel Cárcamo, José Luis Piota, Wilmer Cruz, Milton “Chocolate” Flores, Daniel Uberti, Carlos Landa, Edi “Tibombo” Contreras, Emilson Soto, Marco Anariba, Richardson Smith, Carlos Pavón, Camilo Bonilla, José Luis “Pili” Aguirre y Marco Vinicio “Chacal” Ortega. También fue compañero en la Selección Nacional de Amado Guevara.
“Con Pavón empezamos el mismo día en el Real España, recuerdo que le pregunté, ¿Nicho y a qué juegas? Y con ojos que me matarían si hubieran sido balas, me contestó que jugaba de delantero centro. Luego me preguntó en qué posición jugaba y le respondí que como puntero derecho, él jugaba esa posición antes. Tres centros que hice, tres goles de Pavón. Después del entrenamiento, el profesor Flavio Ortega dijo que nos quedaríamos los dos. Debuté a los 17 años”.
Considera que tuvo grandes entrenadores, por lo que no es capaz de elegir solo uno. “Me dirigieron Flavio Ortega, Raúl Ortiz, Ariel Sena, Ernesto Luzardo y Héctor Vargas que eran del mismo carácter que yo, pero no insultaron a nadie, más bien motivaron”.
¿Quién fue el mejor compañero como jugador que compartiste? “Sin duda Carlos Pavón, “Siempre tuvo un carácter especial, pero demostraba su clase en los equipos y en la Selección hacía goles, lo mismo que hacía en los clubes”.
El partido que no olvida es precisamente aquel que jugó con Platense ante Olimpia en la final de Copa. “Esa vez contra Olimpia hice un gran partido. Otro partido que tengo en la memoria fue uno que con Platense contra Real Maya terminé jugando en la portería porque nuestro portero Ricardo James fue expulsado”.
“Yo era un crack, En cualquier posición que me pusieran a jugar respondía, eso me dijo el técnico Hernán García, que en paz descanse”.
Cumplió 50 años el 20 de marzo y asegura que ese día fue un día de mucha reflexión. “El día de mi 50 cumpleaños también dije: Alexis, ya basta, le has dado mucho tiempo al equipo del diablo, de ahora en adelante cambia”.
Esta vez luce con más ganas de salir de su miseria callejera, con más carácter y fuerza de voluntad, pero el juego es muy sólido, Alexis Duarte tendrá que persistir para que sus vicios no le hagan una remontada histórica a aquel 40-0. de ventaja que dice tener.